Pánico ante las situaciones de examen – Lic. María Celina Abuchdid

El temor a la situación de examen es un trastorno que aqueja a gran número de estudiantes, tiene implicancias de gran envergadura para el desempeño y autoestima de la persona que lo padece.

Es de suma importancia informar acerca de las características y desarrollo de este Trastorno o Fobia para poder realizar un diagnóstico acertado y un tratamiento eficaz.

Nos referimos a la ansiedad normal como una emoción psicobiológica básica del individuo, adaptativa ante un desafío o peligro presente o futuro, su función es activar conductas apropiadas para enfrentar dicha situación, es una respuesta normal ligada al instinto de conservación.

La Ansiedad se convierte en un trastorno cuando la respuesta es exagerada y no ligada a un peligro real, situación u objeto externo, ocurre de modo innecesario, exagerado, y condiciona la conducta del individuo de manera incapacitante interfiriendo negativamente en la vida social, laboral y familiar.

La Fobia Social o Trastorno de Ansiedad Social ha adquirido gran relevancia desde principio de los años noventa, diversas razones han influido para el reconocimiento de la fobia social como un importante trastorno, la frecuente comorbilidad con otros trastornos y la apariencia relativa a un rasgo de timidez o inhibición explica gran parte de esta tardanza.

El aspecto común que hace al trastorno es el temor a ser evaluado negativamente por los demás y la fuerte inhibición que esta creencia produce.

La Fobia Social de define en el Manual Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM) como “Un temor acusado y persistente a una o más situaciones sociales o de actuación en público en donde el sujeto se ve expuesto a personas que no pertenecen al ámbito familiar o a la posible evaluación por parte de los demás.

El individuo teme actuar de un modo embarazoso”.

El DSM IV indica también dentro de los criterios diagnósticos que la exposición a la situación social temida provoca casi invariablemente gran ansiedad en el individuo quien reconoce ese temor como excesivo e irracional.

Además, las situaciones sociales o de actuación en público se tienden a evitar o soportar con una ansiedad intensa.

Los síntomas del trastorno interfieren de manera importante en el funcionamiento cotidiano del individuo provocando deterioro en distintas áreas (interpersonales, laborales, académicas).

El temor a dar exámenes es una Ansiedad Social Específica (TAS) o Fobia Social Específica, los síntomas se activan frente a la proximidad de esa situación particular.

La persona anticipa el escenario “examen” como catastrófico. Teme fracasar y ese pensamiento comienza a incrementar la ansiedad desencadenando síntomas fisiológicos tales como malestar abdominal, sensación de ahogo, taquicardia, enrojecimiento facial, temblores, sudoración.

A nivel cognitivo se desarrollan temores relativos a un mal desempeño, a no poder rendir eficazmente, a quedar paralizado y sin recursos, no saber qué decir o hacer y sentirse avergonzado frente a los demás. Se observan expresiones como “No me voy a acordar de nada, me van a tomar lo que no sé, voy a quedar mal ante todos, me voy a poner nervioso y se van a dar cuenta, ¡qué vergüenza!”

Conductualmente los síntomas observables son la evitación a la situación temida y si no es posible hacerlo suele atravesarse con gran malestar que pueden adquirir la forma de crisis o ataques de pánico.

Cuando la persona se enfrenta a la situación específica temida se ponen de manifiesto “esquemas” o creencias centrales acerca del autoconcepto o lo “que debería ser” y desempeño personal o “cómo tendría que actuar “, las creencias subyacentes en este tipo de trastorno están relacionadas con el “éxito-fracaso”, “aceptación-rechazo”, esto significa que la persona teme fracasar y ser rechazada por ello.

Los rasgos de personalidad están caracterizados por una gran exigencia, poco margen para la equivocación y necesidad de demostrar idoneidad. Estas altas expectativas sumen a la persona en un temor constante a defraudar o no poder hacerlo bien.

El temor y la inseguridad relativa a su desempeño se presentan en forma casi invariable cuando se atraviesa la situación o situaciones temidas.

Para detectar esta fobia es importante reconocer el estímulo fobígeno desencadenante (en este caso el examen porvenir) del incremento de la ansiedad y los pensamientos anticipatorios negativos que comienzan a generarse a manera de predicciones nefastas (me va a ir mal, no voy a aprobar, voy a quedar mal…).

Luego se sucederá gran malestar con proliferación de síntomas fisiológicos y se comenzará a evaluar la manera de evitar la situación, se construyen excusas y explicaciones que intenten justificar la “huida”.

En caso de que la persona logre evitar la situación temida, la ansiedad disminuye inmediatamente, se produce una gran sensación de alivio. No obstante, aparecen inmediatamente autorreproches e incremento de la vivencia de incapacidad.

La evitación alivia la ansiedad y disminuye al mismo tiempo el sentimiento de autoeficacia, instaurando la frustración como emoción central, que pronostica futuros enfrentamientos de la situación de examen, en forma desfavorable.

El conocimiento de este circuito funcional permite a la persona darse cuenta de que padece una fobia social específica o TAS.

Los estudios epidemiológicos han detectado que muchas personas afectadas por este trastorno permanecen sin recibir un diagnóstico y tratamiento.

A pesar de ser un problema que genera preocupaciones y limitaciones considerables, las personas lo padecen secretamente, como un “estigma”, por la vergüenza e incomodidad que provoca y la falta de información.

La intención de esta breve descripción es colaborar con la autodetección del problema, y animar a quienes lo padecen a buscar la ayuda adecuada.

 

 

María Celina Abuchdid

Licenciada en Psicología.

Especialista en Trastornos de Ansiedad.

Matrícula Profesional Nª9061

 

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